Por alguna extraña razón, en España los que hacemos películas documentales de Historia Natural parecemos no existir para varias industrias: no somos cine (ignorados por los premios GOYA), tampoco somos televisión (no nos veréis en los Premios TP o en los de la Academia de Televisión) cuyos miembros no parecen distinguir entre un reportaje y un documental (el primero es un programa y el segundo es una película), y tampoco somos Ciencia (la divulgación, vital para la concienciación y la conservación, es ignorada a favor de la investigación pura).
Sin embargo, algunas de las personas más influyentes del siglo XX y lo que va del XXI, son documentalistas (Cousteau, Attenborough, Félix Rodríguez de la Fuente, Al Gore…).
Estamos pues de Cruzada por la causa para explicarles a los profesionales de los tres medios que existimos, que nos han reconocido internacionalmente, y que la BIOLOGÍA y la IMAGEN son dos temas muy serios, y más cuando van juntos.
Una de las poderosas razones que esgrimimos a menudo es la tan cacareada queja acerca de que los contenidos del cine y la TV son anti educativos, faltos de valores y solo centrados en sexo y violencia: «nosotros no vemos la tele» dicen a menudo padres orgullosos de ello, como si fuera el síntoma de algo bueno. La TV y el cine no son malos, lo son a menudo sus contenidos.
Para mejorarlos ¿se nos ocurre algo mejor que promocionar las películas documentales bien hechas?, ¿han visto ustedes la expresión de un niño frente al televisor cuando un lobo aúlla o un delfín salta? Incluso si, efectivamente, quieren sexo y violencia, les puedo mostrar lo que hacen los leones y es insuperable al respecto.
Pero no, los festivales de cine españoles solo premian a un documental si habla de guerras, malos tratos, terrorismo, inmigración, drogas o poetas muertos. Ahora resulta que es más cine rodar en un suburbio de Barcelona que en Patagonia, y más difícil montar una secuencia de yonquis que una de orcas.
Y así, tratando de convencer a tirios y troyanos de que los documentales de Historia Natural también existen, nos seguimos preguntando porqué a tanta gente del medio audiovisual la HISTORIA DE LA VIDA (ahí es nada) les sigue pareciendo un contenido poco «intelectual» (en un examen de bioquímica les quería yo ver), o sin importancia, o secundario, comparado, por poner un ejemplo, con la fascinante vida de un trompetista cubano.
Autor: Fernando López- Mirones. Orca films
Fotografía: Fernando López- Mirones. Orca films y África Barrachina